Darío iba contando los días que faltaban para ser el protagonista y, por fín, llegó su semana.
Nos enseñó sus juguetes de bebé...
y, por supuesto, sus manos se tenían que pintar de color naranja.
Pero lo mejor estaba por llegar. Su mamá nos dio una sorpresa y nos llevó a visitar el Parque de Bomberos.
Nos enseñaron sus uniformes y la seño Lucía se vestió de bombero al completo. Vimos los camiones, cómo se apaga un fuego, cómo bajan de una gran altura con una cuerda...
Lo pasamos genial niños y mayores.
Muchas gracias a la mamá de Darío y a todos los bomberos que se portaron genial con nosotros.
